jueves, 22 de septiembre de 2016

Entre el lago y la luna

Y de pronto... nuestras miradas 
se encontraron entre la serena libertad del monte y como las aguas del río 
que al encontrarse con el mar 
nos hicimos uno.

Como hada del bosque, de celestial belleza, me miras, entre árboles coqueta, tus labios me desmoronan de ternura y deseo, como un loco grito:
¡Te adoro! Y sin pensarlo, deslizo mis manos entre tus mejillas, fundiendo mis labios entre la humedad tus besos. 

Y en cada beso, lenguaje del alma, 
el tiempo se aquieta, el bosque 
se cimbra y nuestros corazones estallan en hermosa danza amorosa.

Recostada entre hojas, 
milímetro a milímetro 
mis labios recorren tu piel
al tiempo que el viento acariciaba tus senos y de entre tus labios un alarido 
se disipa entre el pino y el encino...
entre la tierra y el cielo... entre el lago y la luna. 



No bastan

Las palabras no bastan 
para atrapar tu infinita belleza, 
así como mi alma 
que se vuelve insuficiente, 
para admirarla... 

Y carmesí tus labios 
Fuego de la tarde que ilumina inmenso el firmamento... 

Pupilas de miel tu mirada 
de cristal precioso, 
las ventanas a tu alma... 

...y al posar mis labios sobre tu frente, todo el universo estalló en mil formas, 
ni tiempo ni espacio, solo tu aroma 
que me hizo suyo...
Tu cabello se me antoja, para extraviar mis dedos entre ellos... y mi alma entre tus labios...

Un beso

Un beso es quizá, el grito silencioso que contiene en sí al universo entero... 

La danza perpetua de los amorosos...
Húmedo aliento que paraliza el tiempo
ante un beso, nada falta, nada sobra...

Un beso es quizá, el punto exacto entre lo eterno y lo fugaz...