martes, 1 de abril de 2014

Todo Coincidía

Nunca dudé que eras el amor de mi vida... 
Todo coincidía: la noche que nos abrazaba en el bosque, 
la fogata que se consumía a la distancia, 
la  casa de campaña que se perdía en la niebla con cada uno de sus huéspedes. 
Platicamos por horas que se hicieron nada; 
tú sobre un viejo tronco, yo sobre un lecho de hojarasca... 
Todo coincidía...