domingo, 7 de septiembre de 2014

"Cuando dos corazones se besan"


Era la mañana semilluviosa y allí entre muros escarlata, él, mirándola, le preguntó:
  
--¿Puede mi corazón, besar tu corazón?

Ella, con la mirada juguetona y con una vos ligeramente desconcertada le cuestionó:
 
 --¿Y cómo..., cómo es que dos corazones pueden besarse? 

El silencio los devoró de inmediato y el ascensor siguió bajando.

Cuando dos corazones se besan --susurró él-- todo se detiene, todo cesa, el instante presente de condición efímera, se eterniza.

Y de pronto él, hundiendo sus dedos entre el suave cabello de ella, la besó hasta diluir sus labios, hasta evaporar su aliento, hasta ser dos corazones que se besan, hasta ser vacío..., eternidad.